La evolución y/o modernización
del fútbol peruano, o lo que es lo mismo, si se quiere recuperar el terreno
perdido con respecto a otros países en el denominado deporte rey, pasa por una
profunda reflexión de todos los estamentos implicados y por una serie de
cambios sin los cuales, dará igual quien mande o quien no en la FPF, porque lo
que se haga desde el máximo estamento del fútbol peruano quedará solamente en
buenas intenciones.
Cuando llegué a Perú hace dos
años, y ante la oportunidad que me brindaba la Academia Cantolao, me quité el
buzo de Entrenador que traía de España (entrenaba un equipo sub19 y ya me
encaminaba a entrenar en categorías superiores) y me puse nuevamente el buzo de
FORMADOR. Unas veces incomprendido, otras criticado… pero he seguido firme en
algo que necesita y mucho el fútbol peruano, formadores. En menores no hacen
falta entrenadores, el entrenador trabaja con jugadores formados y el objetivo
principal es ganar. El formador trabaja con niños/jóvenes que no están formados
ni como futbolistas, ni como personas y hay que incidir en los dos campos: el
futbolístico y el humano, como siempre digo sólo 1 de cada 1000 niños que
juegan fútbol llegarán a ser profesionales, pero los 1000 son personas y
debemos utilizar el fútbol como herramienta para crear buenos ciudadanos que
sirvan a su sociedad y su país.
FORMACIÓN
El niño/joven peruano, por lo
general, técnicamente es mejor que la mayoría de países latinoamericanos y
europeos. Existe una muy buena técnica individual, pero la técnica colectiva
(se abusa del individualismo) es casi nula, también existe dificultad en la
toma de decisiones y falta de intensidad porque no se trabaja desde pequeños.
Tienen la técnica y la escuela (en muchos casos) de jugar en la calle, algo que
en la mayoría de países se ha perdido.
Si en el fútbol de menores se
entrena para ganar (gran equivocación) terminan jugando los más grandes y
fuertes, y para ese tipo de jugador (biotipo es la palabra que más escucho aquí en Perú sobre los jugadores) el
juego más simple para ganar es el directo, balones del arquero o los defensas a
los delanteros y gol. Juegan jugadores aunque no hayan ido a entrenar (se
comete el error de no enseñarles que deben esforzarse). Se gana pero no se
forma.
Si en el fútbol de menores se
entrena para formar (lo lógico), se realiza juego combinativo, jugando desde el
arquero, con muchos toques y pasando el balón por todos los jugadores. El
motivo es simple, para mejorar la técnica individual es necesario tener el
balón en los pies (control, conducción, etc) y para mejorar la técnica
colectiva es necesario asociarse con los compañeros mediante pases. Entrenando
(rondos, espacios reducidos, juegos de posesión, etc…) y jugando así, se mejora
más rápidamente que con cualquier otro sistema, y desde los 5-6 años se están
trabajando también de forma secundaria principios tácticos (desmarques, presión,
etc.) Juegan los que entrenan, es una forma de inculcarles el valor del
esfuerzo y el trabajo.
Dirigir los partidos en menores
como se dirigían hace 20 años es también contraproducente (gritando con
desesperación, diciéndoles lo que tienen que hacer) se bloquea al jugador y no
se fomenta la toma de decisiones. “¡Es que hay que enseñarle a jugar bajo
presión!”. Hay que enseñarle a evadirse de lo que pasa fuera del terreno de
juego, eso le hará jugar sin presión en menores y en mayores, y en cualquier
profesión cuando uno trabaja sin presión se rinde más. El trabajo se hace en
los entrenamientos, en los partidos el entrenador debe apoyar, animar, corregir
de forma positiva y transmitir tranquilidad y confianza. Lo demás, simples
espectáculos. Hay quienes dicen que los que dirigen así es porque son
entrenadores que están en menores de forma circunstancial (peligroso), pero en
primera división tampoco se dirige de esa forma. Repito, el trabajo se hace
durante la semana, y siempre digo lo mismo cuando un entrenador le dice a un
jugador: hazla tu, llévatelo, desdóblale… ¿no se da cuenta que está
predisponiendo también al contrario?.
Se debería dar más importancia a
estos aspectos en menores que al del biotipo que sólo debe tener real
importancia en posiciones muy específicas, como arquero o backs y a partir de
16-17 años.
Modernizar los métodos de
entrenamiento y de las asignaturas de los cursos de entrenadores.
Los directivos deberían también
capacitarse, parece que en los clubes se busca demasiado hacer negocio para
sacar dinero, y se deberían hacer las cosas bien. No es incompatible.
INSTALACIONES
Para una buena formación es
necesaria buenas instalaciones y se carecen de ellas. Sin buenas canchas es
difícil que haya buenos jugadores. Para ello sería necesario que los clubes vean que es una
inversión y no un gasto. Los gobiernos
municipales y regionales deberían también invertir en eso y menos en lozas
deportivas.
PSICOLOGÍA DEPORTIVA
Es necesario trabajar al
niño/joven y su entorno. En familias de bajos recursos, los padres ven al hijo
como un cheque en blanco que les sacará de la pobreza debido a su destreza en
el fútbol. Con 14-15 años el niño poco menos que es el que manda en su casa.
Grave problema.
El niño es niño, no se debe
buscar un pequeño Messi o CR7 donde solo hay un niño que debe formarse y al que
hay que guiar desde todos los frentes (escuela, casa y equipo de fútbol). Si
con 17-18 años tiene cualidades y la suerte de que le den una oportunidad para
ser profesional, enhorabuena. Mientras tanto, lo primero son los estudios.
PRIMERA DIVISIÓN
Siempre digo que si hay una
primera división en la que puede jugar alguien más viejo y gordo que yo, algo
anda mal. Para elevar el nivel de la primera división, es necesario limitar la
edad. Se le están cerrando puertas a los jóvenes. La mayoría de los jugadores
de la sub20 están o en reserva o en segunda. En el resto de países ya están en
primera. Hay que rejuvenecer la primera división, darle más ritmo y velocidad
al juego. Eso redundará en una mejora para la selección nacional. El nivel
actual es bajo. Vuelven jugadores que estaban en la tercera categoría del
fútbol español haciéndola normal y aquí la rompen. Eso no es lógico.
COPA PERU
Dudo que en otro lugar del mundo
se dispute un campeonato en el que puedes pasar en un solo año de jugar en tu
barrio a hacerlo en primera división. No es normal, ni bueno para el nivel de
la primera división peruana.
BARRAS BRAVAS
Para que los clubes puedan
obtener ingresos por taquillas más o menos normales, el fútbol debe volver a
ser de las familias. La gente no va por miedo a las barras bravas. Así es
complicado. El que sea honrado y vaya a alentar a su equipo lo seguirá
haciendo. Por ejemplo las barras bravas del Real Madrid siguen alentando a su
equipo, cantan durante los 90 minutos del partido. Entran escoltados 2 horas
antes y no pueden irse (escoltados también) del estadio hasta 2 horas después
de terminar el encuentro. Eso si, la gran parte de delincuentes y personas de
mal vivir que pertenecían a esas barras bravas o terminaron en prisión porque
se les investigó quienes eran (colaboración club-policía), y en otros casos se
marcharon aburridos porque lo que hacían era aprovechar el grupo para delinquir
y una vez que eso se terminó ya no tenía sentido seguir.
Para ello es necesario que los
clubes dejen de darles beneficios que perjudican a las propias entidades.
Estos probablemente son los
pilares en los que tiene que trabajar el fútbol peruano si quiere avanzar, de
lo contrario se seguirá en lo mismo. Hay mucho por hacer.
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