viernes, 1 de junio de 2012

La precipitación, esa mala consejera

El FC Barcelona realizó ante el Athletic Club de Bilbao una de las primeras partes más completas de las que se recuerdan de la era Guardiola, en la segunda mitad levantaron el pie del acelerador. Del Athletic se esperaba más, pero la precipitación les jugó una mala pasada desde los primeros segundos.



El Athletic Club de Bilbao salió intentando realizar el pressing en el campo contrario pero de forma precipitada dejando demasiado espacio a la espalda de los jugadores que salían a presionar, con una gran falta de precisión en los pases, lo que provocaba que perdiesen el balón nada más recuperarlo, provocando errores de posicionamiento, que el Barcelona intentaba aprovechar al estar más precisos en los movimientos de los jugadores de ataque y en los pases entre líneas.

El Athletic generaba espacios al presionar precipitadamente, provocando una excesiva distancia entre líneas y facilitando las opciones de pase al FC Barcelona

En esta imagen se ve la distancia entre el poseedor del balón y los contrarios que acuden a presionarlo, así como las líneas de pase, y el espacio generado en la banda derecha, debido a la ansiedad y precipitación con la que jugaron.


El Bilbao planteó una defensa mixta, puesto que en ocasiones durante la primera mitad Amorebieta cuando Messi caía por u zona lo perseguía hasta fuera de esta. Este marcaje al hombre (Amorebieta/Messi) fue constante durante la segunda mitad, aunque el Barcelona no supo sacar provecho al desequilibrio defensivo que provocaba Amorebieta al perseguir a Messi hasta el campo del Barcelona. En líneas generales el Bilbao estuvo lento en los repliegues y la presión no era efectiva al dejar demasiadas opciones de pase al poseedor del balón.

Espacio generado tras perseguir Amorebieta a Messi hasta su campo, y este irse en velocidad tras un quiebro. Messi dispone de espacio y dos claras opciones de pase.

Durante prácticamente toda la primera mitad el Athletic renunció al estilo de juego que había desarrollado durante toda la temporada, primando el juego directo, con balones largos bien del portero (Iraizoz) o de los centrales buscando al delantero (Fernando Llorente). Una de las cosas que hizo correctamente el Athletic, fue en los saques de meta del Barcelona, obligar mediante presión avanzada, a que Pinto tuviese que sacar en largo, del mismo modo que intentaban (con el balón) en juego presionar muy arriba para recuperar el balón, o en su defecto que los defensas del Barcelona tuviesen que jugar con Pinto, sabedores que el juego con los pies del portero del Barcelona es uno de sus puntos débiles.

En la segunda mitad y tras la entrada de Ander Herrera, el Athletic recuperó su estilo de juego característico. Herrera dio fluidez al juego del Bilbao e intentó con algunos pases en profundidad que su equipo marcase algún gol.  La entrada de Herrera provocó que Muniain ocupase la banda izquierda, siendo su participación más destacada en esa posición que en la ocupada en la primera mitad, por detrás de Llorente. 
Pase de Herrera entre líneas que Ibai Gómez envía fuera tras plantarse sólo ante Pinto
Posicionamiento ofensivo del Athletic y defensivo del Barcelona durante la segunda mitad, el poseedor del balón del Athletic cuenta con más opciones de pase, el Barcelona bajo la intensidad en la presión aunque se mantuvo bien posicionado intentando cortar las líneas de pase.

El FC Barcelona fiel a su estilo, se dedicó a mover el balón en corto, moviéndolo de una banda a la otra, mientras los tres jugadores más avanzados (Pedro, Messi, y Alexis) se movían constantemente. Pedro y Alexis cambiaban las bandas, y Pedro realizaba constantes desmarques diagonales buscando un pase de Xavi, Iniesta, Busquets e incluso Piqué que en varias ocasiones se sumó al ataque convirtiéndose en un centrocampista más. Messi Iniesta y Pedro fueron los jugadores más destacados. En general todo el equipo rayó a un altísimo nivel sobre todo en la primera mitad. Montoya perdía la posición al sumarse al ataque, replegándose de forma lenta, y dejando huecos a su espalda en la basculación cuando el Bilbao atacaba por la derecha sin estar atento, pero el Athletic no pudo, o no supo aprovechar el espacio que el lateral derecho del Barça dejaba. 

 
Montoya aparece parado a la altura de Muniaín y sin seguir la jugada, entre él y la banda hay dos jugadore, más Llorente que se encuentra entre el y Piqué, si el poseedor del balón hubiese realizado un pase al espacio marcado podría haber causado serios problemas al Barcelona. Esta jugada se repitió en varias ocasiones durante el encuentro, pero el Athletic no supo interpretarla.

El Barcelona realizaba un pressing alto (en el campo contrario), tres jugadores presionaban al poseedor del balón y con un perfecto posicionamiento del resto de jugadores, cortando las posibles líneas de pase. 
Tres jugadores del Barcelona acuden a presionar al poseedor del balón, mientras el resto de compañeros permanecen posicionados para poder cortar cualquier posible pase.
 
Otro ejemplo de presión del Barcelona, esta vez al borde de su área, Piqué sale al encuentro del contrario, Xavi y Busquets se acercan a presionar, las líneas de pase prácticamente no existen debido al perfecto posicionamiento de los jugadores del Barcelona.
 
Por el contrario el Athletic, sobre todo en la primera mitad intentaba presionar con seis jugadores en el campo del Barcelona, pero con un posicionamiento que dejaba varias opciones de pase al poseedor del balón, los compañeros se ofrecían en los espacios creados o incluso podría seguir conduciendo por los mencionados espacios.

CADA EQUIPO SEGÚN LAS FASES DEL CAMPO

FASE DE INICIACIÓN:

El Athletic intentó sacar el balón jugado desde atrás, desde el portero. Salvo en ocasiones, Iraizoz era el primer atacante. Debido al posicionamiento y el pressing del Barcelona, la defensa recibía el balón y no seguía jugándolo en corto, se veían obligados a buscar al delantero (Fernando Llorente) con balones largos.

El Barcelona tuvo dificultades para empezar desde atrás cuando el iniciador del juego era su portero (Pinto), el Athletic marcaba a los jugadores cercanos, mientras que otro acudía a presionar a Pinto, que en ocasiones se veía obligado a despejar el balón. Por su parte los defensas una vez que tenían la posesión del balón no tenían dificultades para enlazar con el centro del campo.

FASE DE CREACIÓN:

El Athletic de Bilbao renunció a esta fase durante la primera mitad. El juego prácticamente se limitaba a intentar llegar al delantero desde la zona defensiva. Con la salida de Ander Herrera en la segunda mitad y el cambio de posición de Muniaín (se situó en la izquierda), esta fase apareció. Herrera mediante pases entre líneas, conducción y aperturas a las bandas buscaba crear ocasiones de gol para el Athletic con un fútbol menos directo que el de la primera mitad.

El Barcelona controlaba esta fase del campo, Iniesta y Xavi recibían, controlaban, conducían en esta fase con facilidad, abrían a las bandas bien a Pedro o Alexis, o a los laterales que se incorporaban (Montoya y Adriano). Piqué se sumó a esta fase en varias ocasiones. También Xavi e Iniesta tocaban de cara para Messi que arrastraba a contrarios y devolvía al primer toque, los espacios creados por los arrastres de Messi ofrecían posibilidades de pase para Pedro que constantemente estaba en movimiento realizando desmarques diagolanes.

FASE DE FINALIZACIÓN:

El Athletic estuvo muy limitado, sobre todo la primera mitad, ante el fútbol directo que buscaba a Llorente desde la fase de iniciación. En la segunda mitad mejoraron y en esta fase tuvieron más protagonismo con los pases entre líneas recibidos de Herrera, o con centros desde banda realizados tras aberturas del propio Herrera.

El Barcelona al dominar la fase de creación y al tener a jugadores en constante movimiento por delante de esa zona, contaba con innumerables posibilidades. Pedro recibía entre líneas. Messi desbordaba y abría a banda. Iniesta permutaba la posición en banda con Alexis, desbordaba y buscaba pases a la zona central del área. Los movimientos en ataque provocaban ocasiones en las que podían disparar desde fuera del área sin apenas oposición. Messi e Iniesta regateaban al borde del área, o realizaban paredes con otros compañeros o se las dejaban para disparar tras arrastrar rivales con sus movimientos.
 






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