Esta primera colaboración con futbolbaseceuta.com, quiero dedicársela especialmente a los verdaderos protagonistas: los niños.
El
fútbol es el deporte más internacional que existe, en cualquier lugar
se puede practicar, dos piedras, dos mochilas, dos palos, etc hacen las
veces de portería, una botella, una lata, etc en muchas ocasiones
realizan la función de balón. Lo único insustituible son los jugadores,
lo demás sobra.
En el fútbol profesional es exactamente igual, pueden
existir estadios impresionantes, directivos adinerados, entrenadores de
prestigio... pero sin jugadores no hay fútbol.
En el fútbol los
protagonistas son ellos, y en el fútbol base con más motivo. Duele en
ocasiones ver alguna forma de dirigirse a los jugadores por parte de
entrenadores, padres, etc. Un niño ante todo y sobre todo es eso, un
niño. No es bueno buscar pequeños messis, pequeños ronaldos en niños que
lo que tienen que hacer principalmente es divertirse, porque lo
queramos o no, el fútbol no es más que un juego y en las edades
tempranas de 3 a 14 años debe ser eso. Luego ya habrá tiempo de entrar
en más exigencias técnicas, tácticas y físicas; dependiendo de las
cualidades del niño, de las expectativas y exigencias del equipo en el
que esté, siempre de forma gradual.
Pongámonos en una situación, el
parque infantil de la explanada de la Marina (o cualquier parque infantil del mundo), un niño columpiándose. La
imagen nos evoca a un chiquillo disfrutando. ¿alguien se imagina a un
padre o a un entrenador, justo a su lado, exigiéndole, gritándole que se
columpie más fuerte? Realmente nadie lo entendería. Pues en el fútbol
base ocurre, las frustraciones, las ansias por querer tener un pequeño
messi o Ronaldo conlleva en ocasiones que a los niños se le elimine el
carácter lúdico del fútbol y se le presione sin motivo. Siempre me
produce pena el típico chaval que con el balón en el pie tiene que
decidir entre: lo que su cabeza le dicta, los compañeros que le piden el
balón, lo que le dice el entrenador y lo que le dice el padre. En
ocasiones me pregunto como esos niños no cogen el balón con sus manos,
se marcha del campo al grito de: "Hasta que no me dejéis en paz no se
juega".
Se lo decía a mis jugadores en categoría cadete (14-15 años) y
se lo sigo diciendo en juveniles (16-18 años), el dueño del balón es el
que lo tiene, y decide donde pasarlo. Que cinco o seis compañeros
empiecen a pedir el balón sólo sirve para dos cosas: retrasar la
decisión del poseedor del balón y alertar al contrario puesto que el que
pide el balón está anunciando sus intenciones.
Como decía al
principio, en mi forma de entender este deporte, hasta categoría
infantil se debe dejar que los niños jueguen, que se diviertan, que se
expresen. Ir enseñándoles aspectos técnicos, que copien y ensayen
aquellas acciones y regates que ven a sus ídolos, etc... Hacerles ver
que eso es lo que tienen que copiar, que los peinados y otras cosas no
son las que hacen a un jugador mejor, muchas veces se quedan en la
superficie. A partir de cadetes ir dando una mayor importancia al
aspecto táctico y físico que tendrán una mayor importancia en etapa
juvenil.
Los niños son los protagonistas, dejémoslos que jueguen y se
diviertan. Disfrutemos los entrenadores desde el banquillo y los padres
desde la grada.
(Colaboración semanal en la web futbolbaseceuta.com)
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