Realmente llama la atención nada más verla, y analizándola brevemente resulta curioso el ingenio utilizado para desarrollar algo que puede resultar tan simple y a la vez tan provechoso para la mejora de las acciones técnicas comentadas anteriormente.
Se trata de una máquina sobre una campo de 14 metros cuadrados. El jugador se coloca en el centro y desde los cuatro lados recibe balones, desde distintas posiciones, fuerza y a diferentes alturas. Debe controlarla y pasarla a la cuadricula que se ilumina.
Recuerda a esos campos de entrenamiento de tiro de la policia americana, en las que van apareciendo siluetas de delincuentes o de inocentes.
Sin duda alguna se puede mejorar el control, pase, reflejos, la velocidad en la toma de decisiones... Imagino, o quiero imaginar, que el Borussia de Dortmund (actualmente único equipo del mundo que lo utiliza, desde septiembre de 2012) no lo utilizará sólo para la primera plantilla y que jugadores de categorías menores también lo utilizarán.
Aparte de la mejora de aspectos técnicos, la máquina realiza estudios pormenorizados de los jugadores, pudiendo tener en tiempo real la información de como se ha desarrollado el ejercicio y la mejora con respecto a ocasiones anteriores.
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